martes, 30 de julio de 2013

Lago Baikal


Dicen que este es el lugar más hermoso de Siberia y estamos seguros que así es, pero no sólo el lago sino los millones de hectáreas que lo rodean. Ríos enormes, cientos de pequeños lagos y lagunas, verdes colinas con alfombras de flores multicolor, predominando los fucsias, morados, blancos y amarillos, majestuosas montañas, bosques frondosos y lluvia, mucha lluvia que cae cada día en forma de chubascos y tormentas.

El lago es una profunda depresión en el extremo norte de la cordillera de Altai, que tiene picos de más de 4000 m de altitud y alrededor del lago, cuya superficie esta a 900 m, algunos superan los 3200 m.

Hoy nos hemos tomado un día de vacaciones en Utulik, pequeño pueblo a la orilla del lago donde hemos encontrado el refugio de Serguei, una casa de madera con un enorme espacio exterior donde vamos a repasar las Impalas para afrontar los 4000 km que nos quedan hasta Vladivostok.

Los últimos 500 km hasta Irkust fueron bastante duros, muchos tramos de la carretera no existían, ya que están haciendo una nueva y la vieja está muy abandonada. Además, varios de los tramos de tierra coincidieron con una tremenda tormenta que duró más de dos horas, dejó la pista impracticable y exigió mucha concentración para evitar caídas. 

Estas dificultades han implicado que el último tramo hasta Irkust durase unos dos días, pero finalmente hemos llegado con todo en orden.

Irkutz


Mirando a Lennin


Llegando al lago Baikal


Pescadito ahumado del Baikal


Amigote siberiando preparando el tiberio


Lago Baikal


Los montes Altai desde el lago Baikal


Comprando fruta


Repaso en el refugio del Baikal


Pueden seguir dando tralla

domingo, 28 de julio de 2013

Siberia profunda


Un tramo de la carretera que nos ha de llevar al lago Baikal transcurre entre los paralelos 56 y 57, donde se encuentran los bosques más septentrionales de Siberia. Aquí todavía abundan los osos pardos y la vida salvaje, con escasos asentamientos humanos, que finalizan en el paralelo 58, donde algún puerto fluvial da acceso al Océano Artico. Algo más al norte comienza el permafrost y el territorio del oso polar.

No podemos resistir la tentación de tomar alguna pista que se adentra en el bosque hacia el norte. Hacemos unos pocos km con algunos tramos de profundas roderas que han dejado los camiones, hasta que Edu sufre una caída en una de ellas. Seguimos un poco más para averiguar adonde nos lleva, que resulta ser la vía del ferrocarril. Poco después paramos a descansar en un bonito paraje con un pequeño lago.

Están haciendo la carretera nueva y los tramos recién asfaltados son un lujo; en contrapartida encontramos un tramo de unos 10 km de tierra muy dura con piedras, grandes baches y teja ondulada; y además una gran cantidad de camiones en fila que provocan un gran polvareda. No se cuantos adelantamos pero no se acaban nunca, y poco después paramos a comprobar si hay desperfectos mecánicos, pero todo esta en orden. Seguimos hasta dar con un motel rural y decidimos quedarnos porque no hemos visto ninguno en muchos km y probablemente no habrá otro en muchos más.

La gente de los pueblos se prepara para el invierno haciendo acopio de leña en ingentes cantidades y llenando los graneros. Además, tienen una gran variedad de animales de granja que les procurarán sustento cuando las temperaturas caigan hasta los ¡-55 grados! Eso si, teléfonos móviles, ordenadores y antenas parabólicas no faltan.

Hoy hemos tenido un día caluroso y soleado, pero los últimos seis han sido de chubascos y frío. Ayer hicimos 580 km, los últimos 130 bajo un intenso aguacero sin encontrar ningún sitio para pernoctar, y es que estamos en la Siberia profunda donde se acentúan las dimensiones de este territorio.

Ya vamos en dirección sureste y nos quedan 500 km para llegar al Baikal.



viernes, 26 de julio de 2013

Al norte del paralelo 56


Estamos a la máxima latitud en este viaje. Saliendo de Kemerovo hacia Krasnoyarks, el primer tramo es una carretera de montaña con un paisaje precioso que hemos afrontado bajo la lluvia pertinaz, y sobre un asfalto de dudoso agarre por lo que hemos extremado la precaución. En montaña y a esta latitud cuando se encapota el cielo la temperatura baja bastantes grados y era necesario abrigarse.

Ya a mediodía lucía un sol espléndido y hemos parado para quitarnos el engorroso traje de plástico. En este momento ha aparecido Hans, un holandés que viajaba de retorno a su casa después de haber llegado al Pacífico. El tipo mide más de 2 m de altura, tanto es así que le quedaba pequeña la BMW y era incapaz se acoplarse a la Impala.
Es agradable encontrase europeos por aquí, que no son muchos, y todos ellos, excepto los de la ambulancia, viajan en moto. Hay que tener en cuenta que las ciudades cada vez están más distanciadas, de Krasnoyarks a Irkust hay más de 1.000 km.

Hoy toca dormir en una cutre caravana, y es que por aquí no hay muchos sitios donde elegir, pero a decir verdad la anhelada y bien merecida ducha está realmente de collons...






¡Una cabaña de madera en medio del campo y con sauna!!


jueves, 25 de julio de 2013

REPORTAJE FOTOGRAFICO 1




BARRIO ANTIGUO DE TAMBOV

LOS URALES

CAFE


NOCHE DEPORTIVA


MOTORISTA SIBERIANO


ESTA CLARO DONDE VAS


EL LAGO DE LOS CISNES


MOTORISTAS RUSOS


HACIENDO EL INDIO EN LA CAMPIÑA


PUEBLECITO TIPICO


UNOS PINCHOS DEL QUINCE!


REPARACION COJINETES


URAL

REPOSTANDO DEL BIDON


 EL TIGRE DE VLADIVOSTOK


 VLADIVOSTOK-MOSCÚ-VLADIVOSTOK "SUPERBIKES"


AMBULANCIA RALLY MONGOLIA


 TODAVIA HAY GENTE QUE TE AYUDA EN UNA GASOLINERA SIN GASOLINA


INCURSION EN LA PRADERA-AJUSTANDO EQUIPAJE


 SECADO DE GUANTES


UN MOTEL...

miércoles, 24 de julio de 2013

Vivimos en la carretera




En esta parte del planeta la carretera es una línea recta de asfalto construida sobre un talud artificial de unos 3 metros de altura, de forma que al quedar por encima de la llanura se tiene una magnífica visión de la flora y la fauna del lugar, por otra parte exuberante. Y si estamos hartos de asfalto nos metemos por una pista que lleve a un pueblo, que los hay muy bien arreglados con casas pintadas de colores u olvidados y perdidos en el tiempo.

Las ciudades sólo nos interesan para comprar recambio o cosas que necesitemos. Por eso entramos en Omsk y fuimos al Apto Motorcycle, donde nos atendió de maravilla un equipo de gente con ganas de agradar. A base de un poco de inglés y el traductor de Google conseguimos lo que necesitábamos. Venden motos y accesorios pero fundamentalmente quads, mucho más útiles en un lugar que alcanza -45 grados durante los 5 meses de invierno.

En la carretera encontramos todo lo demás: moteles mucho mas baratos que en la ciudad, cafés para comer algo, muy bien de precio, colmados surtidos, gasolineras que tienen bastantes cosas y gente con ganas de saber que hacen dos tíos con unas motos que no han visto en su vida.

Hay bikers que nos paran en la carretera. Hoy, uno de Vladivostok que volvía a casa desde Moscú, adonde había ido a ver la carrera de superbikes, nos ha dado su teléfono y dirección y buena información de la ruta. Sobre todo rusos, pero también alemanes y algún inglés. Y en los moteles encuentras viajeros en camión, coche, moto o bici con los que siempre hay algo que comentar. Hemos estado charlando un rato con unos ingleses que conducen una de las ambulancias del rally Mongolia y se dirigen allí. Hoy nuestras motos han petardeado durante casi 600 km. Ya estamos a las puertas de Novosibirsk.

lunes, 22 de julio de 2013

Naturaleza y mecánica

Saliendo de Kurgan tomamos la carretera que va hasta la frontera noreste de Kazahstan, y ya llegando a ésta giramos en dirección a Omsk por una carretera con casi nada de tránsito, en un espacio natural dominado por amplias llanuras  de tonos verdes, ocres, negros, con algunas flores que le dan colorido, grupos aislados de arboles, lagos, lagunas, pantanos y ni rastro de civilización salvo la carretera y una línea de tendido eléctrico. Un momento en el que te sientes muy lejos de casa pero feliz de poder estar en este lugar dominado por la naturaleza.

Todo tiene un final, y este caso en forma del cojinete de marras de la Bellaterra. A los pocos km encontramos la carretera principal y vemos una gasolinera donde podemos reparar y repostar. Pues sí, de nuevo cambiamos el cojinete de la rueda trasera y visto el panorama decidimos detenernos mañana en Omsk, que esta a unos 350 km, para comprar unos 1000 y así andar seguros...


Después de 21 días estamos en Siberia!!

Hace 21 días que salimos de Barcelona y estamos en Siberia, aún nos quedan muchos km por delante pero hasta ahora podemos decir que el viaje va muy bien. A parte de los problemas de inicio las motos se están comportando como auténticas Impalas, los motores suenan redondos y en general las motos van muy finas.

Les hemos puesto los nombres de nuestros respectivos pueblos, Bellaterra la que lleva Edu y Sant Feliu (del Reco) la de Carlos para hablar de ellas con nombre propio.

Algunos datos:

La velocidad habitual si la carretera es buena son 75 km/h y si esta muy bacheada la bajamos a 70 o incluso menos. En ocasiones las llevamos hasta los 80 pero durante pocos km.

La carburación finalmente llevamos un chicle de 155 y aguja en posición centro la Bellaterra y 150 aguja posición baja la St Feliu. Llevan así muchos km y seguiremos con esta configuración que va grasa y las motos corren y recuperan bien.

La amortiguación delantera sobrevivió con leves perdidas de aceite a las carreteras Ukranianas repletas de agujeros, nos tragamos infinidad, en cambio los amortiguadores traseros que hizo Betor son una maravilla y lo agradecen nuestras espaldas. Y es que llevan unos 50 kg cada una entre herramientas, recambio, material de camping , ordenador, comida, agua, objetos personales, prendas de moto para el frío y por más vueltas que le demos no podemos prescindir de nada. Los soportes que nos hizo JM Cosp aguantan sin rechistar. Los neumáticos los cambiaremos antes de afrontar las últimas etapas.

Estamos gastando 4,5 l de promedio y les ponemos aceite Motorex al 2 por ciento que nos proporciono Juan Cano y que llevamos en los bidones desde Bcn.

La cadena de retenes suministrada por Baikor no la hemos ni tan siquiera tensado, engrasamos cada día y andando.

Aceite de cambio y embrague no han gastado nada y esta limpio,  suponemos algo tendrá que ver los productos de Ceroil.

El encendido variable, los intermitentes y la batería que nos monto Ramón Valls (RM Lightning) están dando un excelente resultado y cuando te has acostumbrado a tenerlos ya no quieres ir sin.

Cada día hacemos un repaso general para ver sí hay que apretar algún tornillo y de vez en cuando limpiamos filtro de aire.

La posición de conducción con el manillar un poco más alto es buena si vas sentado pero todavía es demasiado bajo si vas de pie.

No vamos a pasar por Mongolia. Le hemos dado muchas vueltas y llegamos a la conclusión que no puede ser con una Impala cargada, hemos probado pistas y es muy difícil de llevar, cuesta entrar en las curvas y no es ágil al moverla de lado a lado. Si pones un pie en el suelo te lo puedes enganchar con el soporte de los bidones. Edu puede ir de pie más o menos cómodo poniendo la punta del pie en la estribera y el talón en los soportes de los bidones, pero Carlos que tiene un poco más de envergadura no va cómodo de ninguna manera. La conclusión es que el objetivo de llegar a Tokio se puede ir al garete en las pistas mongolas y más si tenemos en cuenta que todos los viajeros que nos encontramos nos dicen lo mismo, las pistas están muy mal y no dejan pasar por la ruta norte, es obligado pasar por el desierto. Tal vez otro año con una King Scorpion.

Haremos la ruta que bordea por el norte el macizo montañoso  de Altai para llegar al lago Baikal y de allí seguiremos la ruta prevista.

Hoy toca descansar porque ya son 4 las horas perdidas respecto a vosotros.

Un fuerte abrazo y gracias por el soporte que estamos teniendo.

http://www.es.motorex.com/index.cfm?oid=1430&lang=es

domingo, 21 de julio de 2013

Los Urales


El encendido variable de RM Lightning nos ha permitido coronar la mayoría de rampas de los Urales en cuarta velocidad, hasta a 45 km/h en cuarta. Y es que cruzar los Urales significa recorrer más de 200 km de pequeños puertos entre 300 y 750 m de altitud, uno tras otro sin parar, decenas de subidas y bajadas rodeadas de frondosos bosques de flora muy distinta a la mediterránea, vistas espectaculares y algunos lagos, una maravilla para los amantes de la naturaleza. Y camiones, muchos parados en la cuneta con los frenos ardiendo.

El día ha empezado con niebla, seguido de sol, lluvia torrencial al mediodía y sol al final, pero eehhhh!! La lluvia torrencial nos ha pillado en un café/gasolinera denominado European Asian Border, si la frontera donde comienza Siberia.

Ya con un sol espléndido hemos parado en un precioso pueblo, 50 km antes de Chelyabinsk, a la ribera de un lago con sus cisnes, pescadores, paz y tranquilidad infinita, donde hemos reposado un buen rato.

Y al final del día hemos parado en un Motel donde nos ha sorprendido un guateque de celebración de 50 aniversario y no veas la que se ha montado!! Han salido todos/as ha preguntar (había un chaval que hablaba inglés) hacerse fotos y hemos acabado con un par de copas de vodka bailando con el personal. Quien dice que los rusos son sosos? Estos tienen marcha cantidad y son muy simpáticos. Ellos siguen y nosotros nos retiramos que mañana tenemos tela.

Lo sentimos por el tema de las fotos pero la wifi no da para mas.

jueves, 18 de julio de 2013

Anécdota rusa



Las motos funcionan de maravilla y esto nos permite hacer etapas largas y también adentrarnos en algunas pistas que llevan a pueblecitos cercanos a la carretera principal, cosa que nos divierte pero también nos retrasa. Por esta razón ayer llegamos a Penza a las 22 horas, como lo de buscar un hotel era un palo le dijimos a un taxista que nos llevara a uno barato. El tío se lo tomó en serio pero al llegar resultó que no había sitio. Empezó a llamar a otros pero todos eran caros, y de repente se le encendió la luz y nos dijo ¡seguidme! 
El tío era un quemado de narices, íbamos a saco, en las rotondas unas plegadas de vértigo y finalmente llegamos a un polideportivo enorme, entramos en una recepción repleta de fotos de atletas de gimnasia que era, ni más ni menos, donde duermen los atletas rusos que se entrenan para los campeonatos. El taxista debía tener muy buen rollo con la recepcionista, que nos miraba con cara inquisidora mientras le explicaba (suponemos porque hablaban en ruso) el largo viaje que estábamos haciendo y nuestra imperiosa necesidad de dormir. 
El rollo debió ser realmente bueno porque al final aceptó y ya nos tenéis durmiendo en un cuarto para atletas con dos literas, y pensando si nos íbamos a dar una vuelta por el pabellón de féminas... Bromas aparte, dormimos de fábula y había que ver las caras del personal al día siguiente cuando nos veían por los pasillos. ¡Muy guays los rusos!


martes, 16 de julio de 2013

Adiós a Ucrania

Los primeros días transcurrieron sin problemas, pero el tercero se reprodujo la entrada de aire en el reten del cigüeñal de la Bellaterra y decidimos parar en Kremenchuk para reparar a conciencia. Revisando las medidas vimos que quedaba muy justo y, probablemente, al calentarse el cojinete empujaba la tapeta del reten, por lo que la hemos rebajado 1 mm a base de papel de lija sobre el rutometro.

Finalmente tuvimos que pernoctar, y por la mañana al engrasar las cadenas notamos que crujia el cojinete de la rueda trasera de la Sant Feliu (¡estas calenturas!). Desmontamos y resulto ser el de la corona... del cual no teniamos recambio. Montamos de nuevo y fuimos al taller Hyundai de Kremenchuk, donde nos atendieron de maravilla y nos cedieron un box con sus herramientas. También nos indicaron donde comprar el cojinete. Una vez montado notamos que al apretar el eje de la rueda, ésta se frenaba. Entonces nos acompañaron a un pequeño taller de motos de un chaval muy simpático para hacer una arandela que actúase de grosor y así no quedara presionado éste "que dolor".




Realmente estamos disfrutando de estas paradas en las que se conoce a la población, y nos estamos encontrando con buena gente, algo que contribuye a hacer más agradable el viaje.

Y ya estamos en Rusia. A ver que nos depara este inmenso territorio...




El comienzo no puede ser mejor. En Voronez, Alexis nos ha conseguido pasta para junta con el fin de mitigarlos posibles poros de aire, no nos ha querido cobrar ni un rublo y encima nos ha invitado a té y pastas! Y todo a comenzado en la tienda Suzuki a la entrada de Voronez donde nos hemos encontrado a Marc, un autentico biker, que nos ha acompañado hasta el taller de su colega Alexei, nos ha buscado un hotel bueno, bonito y barato, relantadonos tambien su viaje hasta Vladisvostok en moto y que nos vallamo preparando para cientos de kilometros sin gasolina y una carretera que sufre una epidemia de crateres.